DESEQUILIBRIOS ENERGETICOS Y ADAPTACION A LOS CAMBIOS

Desde hace miles de años la Filosofía Tradicional China (FTC), al igual que otras disciplinas terapéuticas, parte de la premisa de intentar restablecer y preservar nuestro bienestar. Una de las diferencias más significativas con respecto a nuestro pensamiento Occidental es que cuando desaparece este bienestar, la FTC no habla de “enfermedad” sino de “desequilibrio/s energético/s”.

La FTC parte de la idea de que el ser humano está constantemente en interacción con su entorno, es decir, con el resto de seres humanos, animales, plantas, . . . Y no sólo está en continuo contacto con él, sino que forma parte de ese entorno: forma parte en definitiva de la Naturaleza. En ésta, los cambios son constantes, por lo tanto también lo son en nososotr@s mism@s y en lo que nos rodea, y en el momento en que no podemos o sabemos adaptarnos a esos cambios es cuando surge el desequilibrio, la no adaptación al entorno. Así por ejemplo, ante una misma situación en la vida, ya sea un cambio climático brusco (como un “golpe” de frío), un virus, una determinada alimentación, un desgaste físico importante, una situación de estrés, una caída o bien incluso un disgusto importante como la pérdida de alguien, cada un@ de nososotr@s puede reaccionar de formas bien distintas. Hay personas a las que no les llegarán a afectar algunas de estas situaciones como los cambios de tiempo, en cambio a otras sí, y de entre éstas, a cada una le puede afectar de un modo diferente.

Por todo ello la FTC considera que es de vital importancia la capacidad de adaptación que tiene cada individuo a esos cambios. Y esto está relacionado no sólo con el cuidar nuestros hábitos alimenticios (alimentos naturales, horarios, etc. ), ejercicio, calidad del sueño, gestión del estrés, de nuestras emociones, . . . , sino también con ser personas flexibles, con capacidad de aceptar (sin que esto equivalga a “resignarnos”) las nuevas situaciones que se nos van presentando en la vida. Hoy en día nuestra sociedad ya no tiene unas estructuras tan “fijas” como hace unos años: la mayoría de empleos son temporales, la reubicación geográfica de los mismos, separaciones de pareja, segundos matrimonios, hij@s de las parejas, etc., fenómenos climatológicos, . . .

Muchas personas padecen estos cambios de forma muy angustiosa, sobre todo las que quieren tener un control de sus vidas totalmente rígido e inflexible. Es mejor aceptar y fluir. Esto no implica que no debamos “dirigir” nuestras vidas. Exacto, “dirigir”, no “controlar” con rigidez. Dirigir, con flexibilidad.

Tanto la Acupuntura como otras Técnicas Tradicionales Chinas pueden acompañar al individuo en la adaptación a estos cambios sean del tipo que sean y que siempre se van a dar ya que, citando a Heráclito, lo único constante es el cambio.