
Muchas veces es difícil
desprenderse de ellas porque parece que todo nos empuja a padecerlas:
inestabilidad laboral, económica, competencia, cargas del trabajo
doméstico, el cuidado de los/las demás, el aspecto físico,
problemas de relaciones, etc.
Muchas veces la gente no
sabe bien cómo definirlas, . . . pero están ahí y lo que es más
importante es que saben identificar que las tienen. En el Estrés
tenemos cien mil cosas por hacer y no damos abasto
a todas ellas . . . Y en la Ansiedad no podemos
“controlarlas”, controlar todo lo que nos sucede.
Y es que recibimos
constantemente inputs sobre la presión de tener y hacer muchísimas
cosas para vivir: compra un coche, una casa, actividades
extraescolares, corre, ve a comprar, paga, etc.
En
la Acupuntura podemos encontrar una gran aliada para tratar estos
desequilibrios. Y dos que se producen con bastante frecuencia son los
siguientes:
“Bloqueo de la
Energía” (para el/la Terapeuta probablemente corresponderá a
lo que llamamos un Bloqueo de Qi de Hígado, hablando siempre en
términos de Energía y nunca de Órganos físicos): muchas veces,
cuando nos vemos sobrepasadas/os por las emociones, en situación de
estrés, de disgusto, frustración, rabia, etc., la Energía se
bloquea. La Acupuntura puede restablecer el libre flujo de la misma y
así liberar ese Estrés o Ansiedad acumulados.
Insuficiencia de Yin:
sobre todo en casos de ansiedad, cuando nos invade muchas veces el
miedo de no poder controlar lo que nos sucede, o no saber qué es lo
que va a pasar en algunos aspectos de nuestra vida, este tipo de
situación desgasta nuestro Yin. Y la Acupuntura puede hacer que se
reponga ese Yin que se ha desgastado y reducir esa ansiedad o
tensión, etc., además de devolvernos la confianza en nosotros/as
mismos/as.