Dicen que cuando
nacemos lo primero en formarse es el Corazón. Y después, la Lengua
. . .
Según la
Filosofía Tradicional China esta época del año corresponde al
Movimiento o Elemento FUEGO o CORAZON, que gobierna los vasos
sanguíneos y la sangre, el Shen (psique, mente y/o espíritu), se
asocia con el rojo, la risa, el sabor amargo, se refleja en la cara y
en la mirada, . . . y se “abre” en la LENGUA. Por esto último,
si el CORAZON o FUEGO está alterado también podremos encontrar
alteraciones del HABLA. Por ej., personas que hablan de forma
desmesurada, sin coherencia, de forma “atropellada”, etc.
Creo que es
importante resaltar esta conexión entre el Corazón y la Lengua en
asociación con el Lenguaje para darnos cuenta de lo que expresamos y
de cómo lo hacemos: ¿realmente estamos diciendo lo que sentimos?,
¿hablamos “desde” el Corazón? Obviamente en muchas
circunstancias de nuestra vida en teoría no podemos hacerlo por el
entorno en que nos encontramos (laboral, etc.), por convencionalismos
sociales, etc. Pero creo que sí podemos preguntarnos a nosotr@s
mism@s si en aquellas circunstancias o
personas con las que sí podríamos hablar desde el Corazón lo
estamos haciendo. Y, sobre todo, con nosotr@s
mism@s.
También dicen
que cuando meditamos toquemos el paladar con la Lengua porque así se
conecta el Corazón con la Mente o Shen. Quizás sea ésta una buena
manera de intentar encontrar esta coherencia verbal y emocional, y
qué mejor época para ello que el Verano, donde la Energía del
Elemento Corazón está más alta.
FELIZ VERANO!